Un Sentimiento Muerto que aún estremece

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Dead Feeling es el nombre bajo el que existió inicialmente la banda de rock de Venezuela,  Sentimiento Muerto.

En 1981, la banda que a partir de una reagrupación en 1983 pasaría su nombre al español Sentimiento Muerto.

Sentimiento Muerto Rock de Venezuela 

Sentimiento Muerto  fue una banda originaria de la ciudad de Caracas, Venezuela,  que se paseaba por el rock alternativo, el punk rock y el post punk.

En la parte estética tenían un toque de The Cure, mezclado con otras tendencias del momento.

Comenzaron interpretando temas de los irreverentes Sex Pistols y también temas inéditos, de carácter rebelde, con la temática de la anarquía muy presente, y de posición anti-yanqui.

La banda Sentimiento Muerto, se mantuvo activa desde su fundación en el año 1981, hasta su disolución en 1993.

Más que un Sentimiento Muerto 

La banda de rock de Venezuela,  Sentimiento Muerto, Estaba integrada por el cantante y tecladista Pablo Dagnino, el guitarrista y también encargado de los coros y guitarra Carlos Eduardo “Cayayo” Troconis, el bajista Erwin “Wincho” Schäfer, el baterista Alberto Cabello y el guitarrista Edgar Jiménez (responsable del diseño de lo que sería el logo de la banda, un corazón con un símbolo de prohibido superpuesto), estos dos últimos abandonarían la banda en el año 1987.

Siendo sustituidos por Sebastián Araujo y José Echezuría (Pingüino), respectivamente.  Y a partir de 1991, estaría Héctor Castillo como bajista invitado, ante la ausencia de  “Wincho”.

Sentimiento Muerto fue un contundente ejemplo a tomar en cuenta, la forma en que esta banda de rock venezolano de los 80 se abrió paso en la caprichosa industria musical, a su manera, sin vender su esencia, pero de igual manera con efectividad.

Fueron revolucionarios al momento de utilizar como medio de promoción el presentarse en fiestas privadas, aun cuando el anfitrión de la misma no tenía ni idea de que eso iba a pasar.

Grababan casetes con sus temas y los distribuían entre sus conocidos, al igual que los vendían en sus presentaciones, como un medio de publicitarse y autofinanciarse.

También empleaban el grafiti de su logo a lo largo de la ciudad, y en los baños públicos para hacer eco de su trabajo, y así ir sumando un grupo importante de fanáticos leales.

Así en 1985 Sentimiento Muerto consiguen firmar con Sonorodven, y en 1987 sale a la luz su primer trabajo discográfico titulado El amor ya no existe, seguido de Sin sombra no hay luz (1989), luego Infecto de afecto (1991), y por último Fin del cuento (1993), esta producción sería la última de la banda antes de su disolución.

Han salido al mercado producciones posteriores a ello, como recopilaciones de grandes éxitos entre otras, así como presentaciones de “reencuentro” que no han contado con la formación original, por diversos motivos.

Después de Sentimiento Muerto

La mayoría de sus ex integrantes, por no decir la totalidad de ellos, formaron otras bandas tras la separación.

Eduardo Troconis, junto a Héctor Castillo y Sebastián Araujo, formaron Dermis Tatu. Posteriormente formó PAN, proyecto en el que se encontraba Erwin Schäfer quien más adelante formaría Famasloop, Atkinson. Recientemente cuenta con su trabajo solista.

Por otra parte Sebastián Araujo al separarse Dermis Tatu crearía Bacalao Men.

En la banda Los Pixel, Pablo Dagnino asumiría el rol de vocalista.

Por su parte José Echezuría tendría participación en la banda Pacífica, y posteriormente formaría La Calle.

Erwin Schäfer participaría en Sur carabela, La corte y Atkinson.

Alberto Cabello es representante de bandas musicales.

Héctor Castillo desde Nueva York es uno los productores latinoamericanos más reconocidos, y ha producido a artistas como David Bowie, Björk o Gustavo Cerati.    

José “Pingüino” Echezuria  formó parte de La Calle, Pacifica, Culto Oculto y Dermis Tatú. 

 

Sentimiento Muerto fue una banda que se destacó irrefutablemente, obteniendo resultados equivalentes, y positivos. A éstas alturas del juego, Sentimiento todavía cuenta con un gran público, logrando movilizarlo, en caso de futuros reencuentros.

 

 

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